Con el paso de los años el rostro comienza a acusar diferentes signos de la edad. A partir de los treinta comienzan a aparecer las primeras líneas de expresión que, si no se tratan, se convertirán pronto en arrugas. La hidratación es fundamental en esta etapa, junto con algo de nutrición. Las mascarilas profesionales y los tratamientos hidratantes frecuentes unidos a tratamientos con colágeno ayudarán a que la piel se mantenga elástica y firme.

Según avanzan los treinta la flacidez hace su aparición y se nota como el óvalo de la cara pierde definición ylos pómulos empiezan a hundirse muy ligeramente. Las primeras arrugas suelen llegar con los cuarenta, cuando la flacidez comienza a ser más visible. En esta época hace falta algo más que hidratación para verse bien y por eso muchas mujeres, sobre todo en los cuarenta, comienzan a recurrir a otras técnicas como los rellenos de colágeno en los pómulos y en los labios o los hilos mágicos para tensar la piel del rostro. Las inyecciones de botox bien aplicadas también pueden ser grandes aliadas durante esta etapa.

Este tipo de tratamientos tienen la ventaja de que son totalmente reversibles, por lo que si no nos gusta el resultado a los pocos meses el cuerpo absorbe por completo el botox, el colágeno o los hilos mágicos recuperando el aspecto original. Si por el contrario nos convence el resultado, podemos seguir aplicándolo hasta bien entrados los cincuenta, cuando los signos de la edad son más visibles y aparecen las primeras arrugas profundas.

En esta etapa pueden ser necesarias técnicas más permanentes para conseguir rejuvenecer el rostro. El lifting quirúrgico es tal vez la más conocida de todas las técnicas. Hoy, estas intervenciones son mucho más sencillas que antes y los resultados son mucho más naturales, por lo que más personas se animan a llevarlos a cabo. Esta técnica consiste en realizar pequeños cortes en zonas no visibles para estirar la piel suavemente.

Si bien las mujeres son las que más recurren a todas estas técnicas de rejuvenecimiento facial, los hombres cada vez se animan más a cuidar su aspecto. Tanto por ellos mismos como por requisitos laborales, los hombres también quieren verse más jóvenes y con mejor aspecto durante muchos más años y por eso han comenzado a acudir a los centros de medicina estética buscando soluciones adecuadas para su piel y para sus características concretas.