La leche de galicia tiene fama de ser de la más rica y natural, pero, ¿es esta fama merecida o se trata de un mito? Lo cierto es que a Galicia no le faltan razones para ser una gran productora de leche de calidad.
Para empezar, cuenta con una gran tradición en el sector. Las vacas formaban parte de la vida de casi todas las familias en el mundo rural gallego. Al igual que en la ciudad se mide la fortuna de una persona por los coches o casas que tiene, en el rural gallego el número de vacas y su calidad lechera era indicativo de si la familia tenía o no capital.
El clima gallego favorece que haya pastos verdes durante todo el año, lo que es el mejor alimento posible para las vacas. Además, desde siempre las vacas han pastado fuera y se les permite una cierta libertad porque se sabe que si comen hierba la leche va a ser mucho más rica. Y hierba es lo que sobra en los campos gallegos.
Con la llegada de la industria láctea comenzaron a nacer las primeras explotaciones lecheras. Pero los principios inspiradores fueron los mismos. Las vacas siguieron alimentándose en muchos casos con hierba y la leche ha seguido teniendo la calidad y el sabor de siempre. Por eso, muchos prefieren pagar un poco más y conseguir leche de Galicia.
Esto es especialmente importante si hablamos de leche bio o de leche ecológica, ya que esta garantiza que las vacas no han sido tratadas con piensos para dar más leche y que se respetan sus ciclos y descansos. De esta manera, cada animal da los litros de leche que debe de dar por naturaleza, sin forzar las cosas. El animal es más feliz y la leche tiene más calidad.
Evidentemente, esto se traduce en un precio un poco más caro ya que los costes de producción son mayores al obtener menos leche de cada vaca. En cualquier caso, no estamos hablando de precios prohibitivos en absoluto, sino de unos céntimos a mayores.
¿Merece la pena pagar un poco más por consumir leche ecológica gallega? La respuesta puedes obtenerla tú mismo rápidamente: toma un vaso de esta leche y toma uno de otra leche cualquiera. Y ahí tendrás la respuesta a si la leche gallega es mejor y si merece o no la pena.