Los estores son el tipo de cortina que más se utiliza en la cocina. Pero encontramos estores de muchos tipos y decidir cuál es el más adecuado para esta estancia requiere conocer bien las características de cada uno de ellos.

Los más elegidos son los estores enrollables ya que cuentan con una ventaja muy importante, y es que pueden lavarse sin necesidad de descolgarse. De paso que se limpia la cocina con un paño húmedo y un limpiador general, también se puede limpiar el estor del mismo modo. Solo hay que tenerlo enrollado de todo e ir limpiándolo por la parte superior mientras se va desenrollando. Una vez que está totalmente extendido, se puede limpiar la parte que da hacia el interior de la cocina.

Los estores paquetto son los más elegantes y bonitos, pero son muy delicados. Esto hace que aunque queden muy coquetos en cualquier habitación, se reserven para el salón o para una habitación ya que colgarlos y descolgarlos da trabajo. Además, para que se puedan recoger arrugándose la tela, tienen que ser tejidos finos que permitan el juego y este tipo de telas no son muy compatibles con los humos y las grasas que puede haber fácilmente en el ambiente de cualquier cocina. Para poder mantenerlo limpio hay que lavarlo con frecuencia y esto solo puede hacerse en la lavadora tras haberlo desmontado.

Los estores plisados también pueden quedar muy bien en la cocina. Este tipo de estores son cómodos y pueden estar realizados en materiales muy diferentes, por lo que también pueden ser los elegidos para la cocina si se opta por una tela que se pueda limpiar con un paño húmedo, como una loneta o un tejido plastificado. Dado que no se enrolla, limpiarla parte que queda contra la ventana supone un poco más de trabajo, pero no es excesivamente complicado.

Los estores de lamas son estores que llevan en el interior de la tela lamas de plástico o de otro material y que se recogen como si fuera una persiana veneciana. También pueden ser adecuados para la cocina siempre y cuando la tela sea lavable. Son estores que si tiene que desmontarse para ir a la lavadora son trabajosos, ya que hay que quitar las lamas una a una para separar la tela y lavarla. En este caso, no serían una buena elección para instalar en una cocina.