Con la nueva normalidad surgen mucha dudas respecto a los desplazamientos que tenemos que realizar. Y uno de los transportes en los que la gente suele sentirse más incómoda es en el avión. La gran proximidad física con las personas que viajan y las filas de hasta tres personas que obligan a tener a una persona a cada lado, así como los estrechos pasillos hacen desconfiar.

A esto se unen todas las instalaciones, como las salas de espera o el parking aeropuerto de santiago de compostela que generan dudas sobre si serán totalmente seguras y si se están cumpliendo todas las normas de seguridad. Mucha gente se quita las mascarillas al entrar en el parking para fumar o para hablar por teléfono, lo que hace que otros viajeros se sientan muy incómodos. 

Viajar en avión es imprescindible para muchas personas y durante los viajes hay que tomar una serie de precauciones que no están de más, a mayores de las recomendadas. Por ejemplo, no es mala idea llevar una mascarilla tipo FPP2 o similar e lugar de la higiénica o quirúrgica. 

Estas mascarillas nos protegen a nosotros además de proteger a los demás, por lo que estaríamos un poco más seguros ante actitudes incívicas que pueden darse por parte de personas que se quitan la mascarilla o tosen sin cubrirse con el codo.

Aunque los guantes no son de uso recomendado en situaciones cotidianas y se recomienda el lavado de manos, llevar unos guantes desde el momento en que se entra en el aeropuerto hasta la salida puede ser una buena idea por la gran cantidad de gente que hay en estas instalaciones. Es importante retirarlos correctamente al salir y depositarlos en una papelera adecuada.

Envolver totalmente las maletas en plástico, ya sea en el aeropuerto ya sea en casa, nos facilitará el poder desinfectarlas correctamente y proteger todo el interior. Al llegar a destino tras el vuelo podremos limpiarlas con un desinfectante adecuado sin que este dañe la maleta ni su contenido. 

Y en este momento más que nunca resultan muy interesantes los parkings low cost que hay cerca de los aeropuertos. El coche puede quedar en ellos durante todo el viaje, sin estar sometidos a un gran trasiego de gente. Además, nos dejarán en la puerta de la terminal y nos recogerán allí mismo, lo que nos evitará transitar por gran parte del aeropuerto. Al recoger nuestro coche, se nos entregará desinfectado. Y todo por un precio más económico que los parkings oficiales.