Nuestros dientes dicen mucho de nosotros. Por eso, cada vez más personas se esfuerzan en tener la dentadura perfecta y usan correctores dentales incluso de adultos. Esto garantiza una correcta alineación y una gran salud para la boca. Pero el color de los dientes también es importante. Muchas personas fuman o toman a diario té y café. Este tipo de cosas hacen que los dientes se tiñan con un color amarillento muy poco atractivo.

Por suerte, realizarse un blanqueamiento dental en los mejores dentistas vigo no es algo caro y el resultado es increíble, porque los dientes vuelven a verse blancos y bonitos y la sonrisa gana en belleza. Pero, ¿qué sucede con las personas que tienen los dientes amarillentos o incluso con manchas negras de forma natural? Es decir, no se trata de esmalte sucio o teñido con productos, sino del tono natural de sus dientes.

En estos casos, existen tratamientos que pueden ser efectivos si este tono es suave, ya que se corrige. Pero si el color es muy intenso o las manchas muy pronunciadas, lo normal es que en estos casos los tratamientos blanqueantes básicos no sean los más efectivos. En este caso, el dentista nos recomendará procedimientos mucho más avanzados que ayudarán a mejorar la sonrisa.

Existen casos en los que el esmalte dental está demasiado deteriorado estéticamente debido a medicación o a otros problemas y los tratamientos blanqueantes no sean los indicados, ni siquiera los más avanzados, porque pueden dañar un esmalte ya precario. En estos casos, lo normal es que el dentista recomiende colocar carillas o incluso ponerse fundas. Aunque este último proceso es más agresivo con los dientes, teniendo en cuenta que el esmalte no está en buen estado, puede ser el más eficaz.

El dentista rebaja el diente natural y lo recubre con una funda que puede estar elaborada en diferentes materiales y calidades. Es importante que si se quiere cambiar el color, se coloquen fundas en todos los dientes o el contraste será excesivamente evidente y en lugar de mejorar la estética la empeorarán.

Muchos clientes optan por colocarse fundas o carillas en los dientes de la parte superior de la boca, los más visibles. Aunque no es la opción perfecta, el cambio es más que notable y se evita manipular los dientes inferiores si no es necesario hacerlo, por lo que puede ser la mejor elección.