Separar ambientes es muy importante en las viviendas. Da igual cómo sea la distribución de las mismas, siempre hay lugares que hay que separar de algún modo para conseguir crear diferentes efectos decorativos.

Un buen ejemplo son las viviendas construidas en los años sesenta y setenta que solían contar con un salón comedor de estilo italiano, es decir, con un arco o separación en medio. Si bien en muchos casos este arco se ha quitado para crear un ambiente totalmente diáfano, más acorde con las modas actuales, en algunas casas se ha aprovechado esta división para conseguir preciosos dormitorios con vestidor.

Dado que en las habitaciones italianas una de las partes es interior, esta se puede aprovechar para crear el armario abierto mientras que en la zona de ventanas estaría el dormitorio propiamente dicho. Para separar ambientes pueden usarse varias alternativas.

Las cortinas de hilos son una forma sofisticada y muy elegante de separar ambientes en estas habitaciones. Otra alternativa muy usada son las puertas correderas, pero realmente dejan muy oscuro el vestidor, por lo que las cortinas son una opción bastante más interesante. Se puede jugar también con diferentes estilos de biombos, que pueden darle una imagen bastante chic a la habitación.

Los salones con puertas dobles que dan al jardín son muy atractivos, pero lo que en principio puede resultar una imagen idílica a la larga puede ser un problema, por ejemplo porque los insectos entren en el interior de la casa y sea imposible luego deshacerse de ellos. 

Las mencionadas cortinas de hilos son perfectas para situar en estas puertas y crear una separación de ambientes a la vez que se evita la entrada de moscas y mosquitos en la casa. Y todo con mucho estilo, sin recurrir a trucos que pueden echar por tierra toda la decoración del hogar, cuidadosamente escogida.

Los biombos, de los que también hemos hablado, son ideales para crear divisiones en espacios diáfanos pero en los que se quiere contar con una cierta intimidad en alguna de sus áreas. Por ejemplo, son perfectos para crear un rincón íntimo para una cena para dos incluso si hay otras personas en la casa.

También resultan muy adecuados los biombos para habitaciones grandes en las que se quieren crear rincones especiales, por ejemplo una zona para cambiarse en el dormitorio o una zona de trabajo en el salón.