Cuando se contrata un seguro de salud, como adeslas seguro, una de las decisiones que hay que tomar es sobre el tipo de copago que se va a asumir. Un copago más elevado supone pagar un poco más por las pruebas y por ciertas consultas. Pero siempre va a ser muy precio significativamente menor de lo que costaría dicha consulta o prueba si se realizara de manera privada careciendo de seguro. A cambio de un mayor copago, se consigue una menor cuota mensual.
Esta opción es perfecta para personas sanas que tienen su seguro médico por lo que pueda pasar y para sus revisiones anuales, pero que no necesitan acudir con frecuencia al médico ni están realizándose pruebas de ningún tipo. Así, se ahorra dinero en la mensualidad y se consigue un equilibrio perfecto.
Un copago más bajo, supone exactamente lo contrario. Las pruebas serán mucho más económicas pero a cambio la cuota que se abona todos los meses es más alta. Es un sistema que compensa para aquellas personas que tienen problemas crónicos de salud o que tienen previsto realizarse diferentes pruebas y acudir a varias consultas en un periodo de tiempo.
Existen seguros que ofrecen la opción de no incluir copago alguno. Evidentemente, la cuota es más cara y es un tipo de elección que normalmente ocurre cuando se trata de un seguro médico pagado por la empresa, alguien que quiere desgravar de algún modo esos gastos de seguro o una persona con problemas de salud numerosos, que de esta manera y mediante un pago fijo ya ve cubiertos todos los gastos médicos sin tener que desembolsar a mayores.
La opción sin copago compensa pues a quienes tienen un alto número de visitas médicas y pruebas porque les permite organizar su economía de una manera estable, sin tener altos y bajos en las facturas que pueden descompensar fácilmente un mes en el que se junten muchas visitas a especialistas. Así, pueden usar su seguro sin miedo a los pagos adicionales.
Cada persona debe de estudiar su situación y la de los familiares que van a estar incluidos en el seguro para saber si les compensa o no elegir un seguro sin copago, un copago bajo o uno un poco más elevado. Pero, en cualquier caso, siempre se puede cambiar la opción si las circunstancias iniciales se modifican, lo que es toda una tranquilidad.