Alemania es famosa por sus pretzels y salchichas de Bratwurst, un envidiable tejido empresarial, el Oktoberfest y su atractivo para el sector del caravaning. Tanto es así que el territorio germano encabeza todos los rankings de turismo itinerante, y también la venta de autocaravanas usadas en Alemania supera a la de otros mercados europeos.
En este país de Europa Occidental se sitúan destinos de interés para el usuario de autocaravana. Las carreteras y localidades del Bosque del Palatinado son especialmente aptas con esta modalidad de turismo, por el atractivo de los paisajes, la abundancia de viñedos, los castillos medievales y los muchos establecimientos gastronómicos. Con razón, recibe el sobrenombre de la Toscana germana.
Por su parte, los Alpes alemanes comprenden la parte más longeva del territorio nacional y se extiende desde la ciudad costera de Lindau hasta la de Berchtesgaden, en Baviera. Su red de carreteras discurre entre lagos, montañas, valles, prados y otros parajes naturales. Además de servicios dedicados, es posible encontrar áreas de pernocta y zonas específicas para autocaravanas y otros vehículos recreativos.
De cuento de hadas son los escenarios de la campiña alemana, concretamente de la región comprendida entre Hanau y Bremen. Una veintena de castillos similares a los del universo creado por Walt Disney se alzan en Trendelenburg, Sababurg o Bad Wildungen. Para el turismo familiar, esta visita es un acierto.
Además, los usuarios de autocaravana con inquietudes históricas y culturales creerán haber viajado en el tiempo en Rotemburgo, una pequeña ciudad baviera que ha sabido conservar su arquitectura de época en condiciones admirables.
Pero si algo distingue a los autocaravanistas del resto de turistas es su necesidad de movimiento, que podrán satisfacer en las rutas del Rin. Este histórico río discurre entre bosques, pueblos y castillos de gran valor patrimonial, destacando Maguncia o la Fortaleza de Ehrenbreitstein, entre otros.