Los zapatos de comunión para niñas forman parte del conjunto para un día muy especial. Por eso hay que elegirlos con cuidado para que no solo sean bonitos, sino que también resulten cómodos y cumplan con otros requisitos.
- Elige zapatos cómodos y que se adapten al pie de la niña. Evita materiales como el charol, que pueden ser muy bonitos pero que a menudo causan roces. Mejor una piel suave que respete el pie y la forma de moverse de la pequeña. La piel flexible siempre es la mejor opción para vestir los pies de cualquier persona, más cuando son pies en desarrollo.
- La plantilla también es importante, sobre todo para un día en el que la niña va a estar de pie durante muchas horas. Una buena plantilla hará que el pie no sufra deformaciones, pero también repercutirá en una buena salud de las rodillas y la espalda en un periodo tan importante de la vida como es el del crecimiento.
- Nada de tacones. Es una moda que todavía no tienen demasiados adeptos, pero sí, ya se ven niñas de comunión con zapatos con un ligero tacón. Los tacones no son lo más saludable para ningún pie, pero mucho menos para el infantil. Tal vez sea buena idea dejar que los niños sean niños y se vistan como tales, porque ya tendrán tiempo a llevar tacones cuando crezcan si así lo desean. No hay que olvidar que se trata de un acto religioso, no de una puesta de largo.
- Un zapato que pueda teñirse. Los zapatos de comunión suelen ser blancos y es un color que se pone realmente poco, sobre todo porque los niños no lo van a mantener en ese tono mucho tiempo. Unos zapatos que puedan teñirse garantiza que se van a utilizar durante toda la temporada una vez que ha pasado el importante día.
- Un zapato que guste a la niña. A menudo nos olvidamos de esto y también es importante. Hay que dejar que la pequeña, que ya está en una edad de poder opinar, escoja también y, entre zapatos que cumplan las condiciones, escoja los que le gusten.
- El presupuesto. Es importante tener un presupuesto con el que nos sintamos cómodos. Aunque se trata de un día especial, no es cuestión de tirar la casa por la ventana ya que no es necesario para que la niña esté estupenda.