¿Has notado que últimamente todos los salones parecen cortados por el mismo patrón? Miras alrededor y es como si Ikea se hubiera mudado a vivir contigo. Si al recorrer tu casa te invade la sensación de estar en la sala de espera de un dentista nórdico —limpia, impoluta, pero extrañamente impersonal—, quizás sea el momento de conocer el poder de un interiorista en Vigo. Olvida el pincelazo blanco y gris. Atrévete con un giro de guión en tu vida diaria y deja de temer al cuadro que te regaló tu tía abuela: puede ser la pieza central que tu hogar necesita para desmarcarse del resto.

La mayoría de nosotros hemos aprendido a sobrevivir entre muebles funcionales y paredes neutras. Sin embargo, el diseño interior de autor tiene esa capacidad mágica de tomar espacios anodinos y convertirlos en escenarios perfectamente diseñados para tu propia película personal. De repente, cada alfombra, cada lámpara y cada cojín dejan de ser un simple objeto y pasan a formar parte de tu identidad. Es el momento de dejar de ver Pinterest y empezar a crear tu propio tablero, aunque los resultados no se parezcan ni por asomo a los del influencer de moda. Ahí está la gracia: que seas tú quien marque la diferencia.

Por supuesto, uno podría pensar: ¿Realmente necesito un profesional? Si hasta la vecina de arriba redecoró el salón viendo tutoriales. Aquí está el asunto: puedes freír un huevo o puedes convertirlo en una tortilla de patatas jugosa y perfectamente dorada. El arte está en el detalle y el conocimiento, y ahí entra en juego el interiorista en Vigo, quien conoce la mezcla explosiva entre la influencia atlántica y las lluvias incansables que piden textiles resistentes y colores que animen el alma en los días menos soleados. El truco está en aportar personalidad, aprovechar la luz -que no siempre abunda- y crear rincones acogedores donde apetezca pasar horas. Así, dejarás de mirar la habitación y pensar: «algo no cuadra», para pasar a «no quiero salir de aquí».

El diseño interior es una mezcla entre ciencia y arte, casi como alquimia. Un autor experimentado puede ver posibilidades donde otros solo ven paredes y esquinas. Esos techos altos, ese ventanal que nunca supiste cómo aprovechar o esos radiadores que arruinan cualquier foto de Instagram: para el profesional, nada es un inconveniente, todo es oportunidad. Y, siendo honestos, Vigo, con su tradición marinera y espíritu cosmopolita, es el escenario ideal para apostar por soluciones audaces que permitan a cada propietario encontrar ese “algo especial” que lleve su casa a un nivel insospechado y, de paso, haga que los invitados se pregunten si han entrado en una galería de arte… o si deberían quitarse los zapatos para no estropear la obra.

Cuando se habla de diseño de autor, no se trata de imponer tendencias que pronto pasarán de moda, sino de una colaboración estrecha. El interiorista, como buen director de orquesta, escucha, investiga y revela las prioridades del dueño. Puede que sueñes con una cocina digna de un chef, preferiblemente donde tu cafetera combine con las cortinas (y el aura del día), o con un dormitorio que invite a dormir la siesta aunque sólo entres a doblar camisetas. Tal vez pienses que todo está perdido si tienes mascota, niños o una colección de plantas más numerosa que la de especies en el jardín de Castrelos. Nada más lejos de la realidad: aquí se planifica para que la belleza y la funcionalidad coexistan en santa paz… y que el jarrón siempre sobreviva a la pelota extraviada.

Poner el sello personal lleva tiempo, pero el resultado es inconfundible. El diseño interior de autor apuesta por materiales nobles, guiños a la historia y la cultura local, y soluciones que parecen, simplemente, perfectas. Olvida el “me vale” y apunta al “esto lo quiero para siempre”. Porque una casa bien pensada y ejecutada por manos expertas es como ese traje que te queda impecable: no importa si lo llevas tú o la celebrity del momento, sabes que está hecho exclusivamente para ti.

La próxima vez que entres en casa tras el ajetreo diario y sientas que el estrés se evapora apenas cierras la puerta, sabrás que cada elemento fue elegido por una razón, que el espacio te acoge y que, sin duda, la rutina jamás será aburrida en un lugar donde cada detalle cuenta tu historia. Porque al final, si el corazón está en casa, qué mejor que tener un escenario que lo celebre.