Cuando vamos a los supermercados y nos disponemos a comprar aquellos artículos que nos gustan, por norma general no nos paramos a leer las etiquetas de los productos que compramos, ya que casi siempre tendemos a comprar los mismos artículos. Es bastante raro que alguien compre cosas que no ha comprado con anterioridad, a no ser que haya visto en la televisión algún anuncio que le hubiese gustado.

 

Si en un  supermercado preguntasen a sus clientes preguntas como,¿cuál es el valor nutricional leche desnatada? Estoy convencido casi al cien por cien de que ninguno de sus clientes sabría la respuesta correcta, porque nadie lee las etiquetas de los productos. Lo más frecuente es que los clientes de los supermercados compren productos o bien que ya conocen con anterioridad o bien que les han recomendado o un amigo o un familiar. Estoy seguro de que si la gente se parase un poco de tiempo a leer las etiquetas de los productos que compran a lo mejor ya no los compraban más, ya que hay un montón de conservantes o ingredientes como el aceite de palma que no es que sean beneficiosos para nuestros cuerpos

 

Uno de mis mejores amigos desde niño, vive en un pueblo de hippies y es un paranoico leyendo las etiquetas de los productos que pasan por sus manos y de cosas de comer ya casi no me de nada, ya que lo que lee en las etiquetas no le gusta, por lo que ha decidido comer las cosas que él mismo cría y cultiva, lo que no me parece bien es que a su hijo no le deje comer las cosas que a él tanto le gustaban cuando éramos niños, un niño no puede crecer sin dulces por muy hippies que sean sus padres, por eso nosotros cuando vamos a visitarles siempre le llevamos al niño cosas ricas a escondidas para que disfrute un poco.

 

No sé si aconsejaros si leer las etiquetas de los productos del supermercado o no, porque dependiendo de cada persona te puede influir más o menos a la hora de comprar tus productos.