La liposucción es una intervención estética realizada por un médico especialista en cirugía estética. Consiste en la introducción de finas cánulas en la piel que van hasta la zona en la que están los depósitos grasos, bajo la piel. A través de las cánulas las células adiposas son absorbidas y extraídas del cuerpo, consiguiendo así eliminarlas. Esto hace que desaparezca la grasa localizada que muchas personas tienen en caderas, vientre, glúteos o piernas, por poner algunos ejemplos.

La lipoescultura es un tipo de liposucción algo más complicada, ya que se aplica en diferentes zonas del cuerpo en una sola intervención. Se trata de moldear el cuerpo de una persona que no tiene grasa localizada en una única zona, sino que tiene sobrepeso por todo su cuerpo. Al quitar la grasa, la figura de la persona se marca y se le ve mucho más estilizada.

Muchas personas que antes no se planteaban una liposucción ahora sí piensan en esta técnica debido a la nueva liposucción con anestesia local. Ahora, el paciente es intervenido con anestesia local en lugar de una anestesia general. En algunos casos, se opta por sedar a la persona para que no se entere de nada y no se ponga nerviosa, ya que hay quién puede sentirse un poco mal ante la idea de estar despierto mientras le introducen las cánulas en el cuerpo.

Tras la intervención el paciente está unas pocas horas en observación y puede irse a su casa con las instrucciones que tiene que seguir para que todo vaya bien y las fechas para sus revisiones. Solo tendrá que tomar algunos analgésicos para el dolor que lógicamente puede sentir derivado de los pequeños cortes por los que la cánula fue introducida. También es normal sentir que la zona en la que se ha estado aspirando la grasa está mazada y dolorida.

El cuerpo necesita de un tiempo tras la intervención para recuperarse y que la piel se terse, consiguiendo el aspecto que finalmente se deseaba. Normalmente, se notan los efectos de la liposucción de forma inmediata, pero son seis meses después de la intervención cuando la persona se ve mejor y el espejo refleja el resultado definitivo de la intervención.

Al realizarse con anestesia local no solo se reduce el peligro de la intervención ya que, aunque la anestesia general es normalmente muy segura, siempre tiene algo más de riesgo, sino que también se reduce el precio de la operación, lo que ha contribuido a su popularidad.