Si acabas de alquilar un piso y has recibido las llaves de entrada seguramente te has preguntado cuánta gente puede tener esas mismas llaves en este momento. Y no es una pregunta absurda ni mucho menos.
Son muchos los casos de propietarios de un piso que aprovechan una ausencia de sus inquilinos para entrar y comprobar que todo está bien y que su propiedad se está cuidando, algo que es totalmente ilegal. Llegan a tal punto de desconocimiento de la ley que incluso han denunciado cuando, por diferentes motivos, no han podido acceder a la vivienda.
También puede suceder que los antiguos inquilinos se hayan quedado con copias de las llaves y nunca vas a saber qué tipo de personas vivieron en ese piso antes que tú y hasta qué punto puedes confiar. ¿De verdad te vas a arriesgar a que tus cosas puedan desaparecer o a que tu intimidad pueda ser vulnerada en cualquier momento?
Como inquilino debes de saber que tienes derecho a llamar a un Cerrajero Pamplona y solicitar que se cambie la cerradura. Solo tú tendrás las llaves de la vivienda, tú y quién tú decidas, claro está. En ningún caso tienes por qué avisar al propietario ni mucho menos darle una copia de la nueva cerradura, tal como algunos exigen por desconocimiento de la ley.
Lo que sí que es recomendable, incluso obligado, es guardar las cerraduras antiguas que se hayan cambiado. En el momento en el que el contrato acabe, debes dejar todo tal y como lo has encontrado, y por eso, lo más apropiado es que repongas las cerraduras viejas a su lugar comprobando que funcionan correctamente.
Esta norma debes de llevarla a cabo con cualquier cambio que hagas en la vivienda que no haya sido pactado con el propietario. Por ejemplo, puedes cambiar la nevera si no te gusta la que hay, pero cuando te vayas o bien vuelves a poner la vieja en su lugar, en cuyo caso podrás llevarte la nueva que has comprado, o bien debes de hablar con el propietario para pedir permiso para cambiar el electrodoméstico.
Si tiras la nevera vieja, debes de dejar la nueva en su lugar, ya que el piso tiene que quedar con los mismos servicios que tenía cuando tú lo alquilaste. Nunca puedes sustituir un objeto por otro inferior o hacerlo sin permiso.