Cambiar las ventanas implica una serie de trámites según se haga en una casa o en un piso con comunidad de propietarios. Si la persona tiene una casa y quiere realizar el cambio de las ventanas tiene que pedir una autorización al ayuntamiento y, salvo que la vivienda esté dentro de algún plan especial de protección de patrimonio, podrá escoger el tipo de ventanas que se desean en una empresa de aluminios en vigo.
El problema es cuando se vive en un apartamento en una comunidad de propietarios. Aquí ya son necesarios otros trámites además del permiso del ayuntamiento. Para empezar, hay que comunicar a la comunidad que se quiere realizar el cambio de ventanas y el gestor o presidente deberá de informar si hay algún modelo exigible para todos los vecinos.
A veces, la comunidad obliga a que cualquier cambio de ventanas se haga por otras más nuevas y tal vez más modernas, pero respetando idéntico diseño que las anteriores. Pero también puede no haber nada previsto. En este caso, se puede presentar un modelo como referencia.
Si se quiere cambiar el modelo de ventanas del edificio, se presentará a la junta de propietarios el nuevo modelo. Se convocará una reunión para hablar el tema y el resto de propietarios podrán realizar, si así lo desean, propuestas alternativas. En la reunión se votará si se va a aprobar el cambio en el modelo de ventanas o si se respetará el ya existente. Y, de aprobarse el cambio, se tendrá que decidir qué modelo se adopta.
A partir del momento en que se adopte un modelo de ventanas para el edificio, cualquier vecino que quiera realizar el cambio de las suyas tendrá que ceñirse al modelo que se ha aprobado y este será la referencia para cualquier cambio.
Una vez que ya se sepa el modelo de ventana que está autorizada para el cambio, se pueden pedir diferentes presupuestos para la instalación de las ventanas. Es importante tener en cuenta un buen aislamiento y que cuenten con rotura de puente térmico o con cristales de suficiente grosor para aislar del frío. Una vez conseguidos los presupuestos, se escoge el que se considere más apropiado y se comienza con el trabajo.
Unas ventanas de calidad pueden hacer que la temperatura de la casa sea más confortable, que se ahorre en climatización y, además, que se cuente con un mejor aislamiento acústico.