Álex quería hacerle un regalo original a su novia. Llevaban dos años juntos y la relación se estaba consolidando. Habían conseguido un buen grado de intimidad pero el chico creía que podían mejorar, así que se fue una tienda de productos para sexo. No tenía mucha idea así que se dejó asesorar por la dependienta que le hizo un resumen de lo que podía encontrar en la tienda.

La chica le preguntó cuáles eran los gustos de su novia, para tratar de acertar con el regalo, pero Álex no supo muy bien qué responder. Al final se decidió por un dildo bastante elegante. La dependienta le dijo que era uno de los artilugios con más éxito en Estados Unidos y que muchas actrices lo llevaban en el bolso o de viaje… Eso le convenció.

El chico preparó el cumpleaños con todo lujo de detalles. Había reservado mesa en un restaurante de lo más romántico y se había comprado un traje elegante. Todo debía salir a la perfección. Cuando la pareja llegó al local, a la chica le brillaban los ojos. Su novio estaba guapísimo y el restaurante era una preciosidad. Aquello pintaba bien, solo quedaba esperar por el regalo, que seguro sería maravilloso…

Tras pasar por la tienda erótica, Álex había quedado más que interesados en los productos para sexo. Se había informado por internet de las bondades del aparato que había comprado. Efectivamente, en muchas webs se decía que era el ‘dildo’ de las famosas. Incluso miró algún video para enseñar a su novia cómo usarlo. “Tal vez se asuste un poco cuando lo vea, pero no será para tanto”, pensaba el chico para tranquilizarse.

En un momento de la cena, la novia se levantó para ir al baño y Álex aprovechó para dar un paso más en su plan: se trataba de guardar el regalo en el bolso de su novia para que se sorprendiera más cuando lo abriera. Pero cuando el chico deslizó la cremallera, puso los ojos como platos. Dentro del bolso, su novia guardaba el mismo dildo que él le iba a regalar. Hasta había acertado con el color…