Muchas personas, cuando notan que les cae el pelo, acuden antes que nadie a su peluquero o peluquera de confianza. Con la mejor de las intenciones, el peluquero puede recomendarles vitaminas, champús o incluso lociones para el cuero cabelludo. En algunas ocasiones, pueden incluso recurrir a consejos tan antiguos y con tan poco fundamento como “cortar el pelo muy corto para que coja fuerza”.
En casos de caída estacional de cabello, estos champús y lociones pueden ayudar, pero si el problema es más grave tan solo se estará perdiendo un tiempo muy valioso para tratar lo que es un problema muy común: la alopecia.
Y es que el peluquero es un profesional especializado en cuidar el cabello y en realizar cortes de moda, pero no es médico. Ni es dermatólogo. Y esta especialidad es precisamente la que se encarga de la caída del cabello. Si se nota que el cabello cae de forma anormal, hay que acudir a la consulta de un dermatólogo especializado, como los de gavin dermatologos para obtener un diagnóstico.
Tras los estudios necesarios el dermatólogo puede convenir en que la caída de cabello es normal o no. Y si no lo es buscará el origen de la misma. Son muchas las razones que pueden causar la caída del cabello, desde el estrés hasta un tratamiento médico y también razones hormonales tanto en hombres como en mujeres.
Algunas de estas causas pueden tratarse y es mucho más efectivo cuando se tratan desde el origen del problema, por eso es tan importante acudir cuanto antes a consulta. Por ejemplo, la caída del cabello por estrés tiene que tratarse por parte del dermatólogo y también con ayuda de un psicólogo. En la mayoría de los casos, tratado en el inicio, no solo se puede frenar, sino que incluso es reversible y el pelo puede volver a salir. Pero si se deja avanzar el problema, las calvas características de la alopecia por estrés pueden llegar a ser permanentes.
Las alopecias por causas hormonales, como las que sufren mujeres en la menopausia o las más frecuentes en hombres, son muy complicadas de tratar. Normalmente, puede conseguirse que el proceso vaya más lento, un gran logro ya en sí mismo, pero es muy difícil frenarlo. Por suerte, los implantes de cabello son a día de hoy mucho más fáciles de hacer y más económicos, siendo una buena solución para estos casos en los que el cabello no puede recuperarse.