Si te apetecen unas vacaciones desconectando de todo, en perfecta unió con la naturaleza y en un entorno protegido de gran belleza, las Cíes son tu destino soñado. Aquí encontrarás playas de gran belleza, lugares para realizar rutas muy relajantes y aptas para todo el mundo y unas instalaciones de camping que te permiten optar por tu propia tienda o alquilar una tienda con cama.
Para viajar a las Cíes debes programar tus vacaciones con antelación ya que el aforo de las islas es muy limitado y las plazas del camping se reservan incluso de un año para el siguiente. Incluso es necesario contar con una autorizacion islas cies para poder entrar en las islas.
Una vez que tengas tu autorización y tu reserva, solo te queda comprar los billetes para el barco. Hay diferentes horarios para que puedas adaptarte perfectamente a tus necesidades. Y salen barcos para las Cíes desde diversos puntos. Solo tendrás que elegir la ruta que mejor encaje en tus planes y tendrás todo listo para poder disfrutar de tus vacaciones. Ya solo queda ocuparse del equipaje.
Si vas a viajar con tu tienda necesitarás la tienda y el saco de dormir, así como una colchoneta para tener mayor comodidad. En la maleta no vas a necesitar gran cosa, tan solo ropa de baño, unas camisetas y pantalones cortos. Puedes llevar una chaqueta por si refresca al caer la noche dependiendo del momento del año en el que acudas a la isla. No olvides tu toalla de playa. Y no necesitas nada más.
Allí podrás hacer las comidas en el restaurante y así no tendrás que cargar con bolsas durante el desplazamiento en barco. Puedes llamar para saber qué comidas ofrecen, especialmente si necesitas llevar una dieta especial para asegurarte de que tendrás todo lo que necesitas o asegurarte de llevar lo que no podrás encontrar allí.
Las aguas del atlántico son frías y eso es lo único que diferenciará a tu estancia en la playa de Cíes de una estancia en una playa del Caribe. Pero esto no será inconveniente y seguro que te das más de un chapuzón, sobre todo cuando el calor pica y apetece notar el frescor reconfortante del agua. No son pocos los que acuden a la playa por la noche para disfrutar de las estrellas sin la contaminación acústica habitual en la mayor parte de lugares.