Durante muchos años, el cine nos ha hecho creer que los hombres calvos son los más atractivos. Muchos actores se raparon el pelo y se especializaron en papeles de duros y rompecorazones. Un buen ejemplo es Bruce Willis, que acaba de anunciar su retirada. Pero lo cierto es que el look de Willis no fue escogido, sino que el actor comenzó a perder cabello muy joven. Cuando comenzó en la serie Luz de Luna, todavía lucía una buena cabellera, pero a lo largo de los años pudimos ver como cada vez eran mayores sus entradas.

En el caso del bueno de Bruce, el cambio de look fue todo un éxito, pero en el mundo real, muchos hombres lo han imitado consiguiendo lo que pasa en la gran mayoría de los casos: ponerse muchos años encima. Y es que, a falta de pelo, la gran mayoría de los mortales parecen bastante mayores de lo que realmente son y eso no es, ni mucho menos, un rasgo atractivo para las mujeres.

Si notas que comienzas a perder cabello, no pierdas también el tiempo y acude a un Dermatólogo especialista en Pelo. Este podrá estudiar tu caso y averiguar si la pérdida de pelo es algo genético o es debida al estrés, a la toma de algún medicamento o a un problema de alimentación, por nombrar algunos de los casos más comunes. Tras esto, podrá comenzar a evaluar tu caso y las posibles soluciones para el mismo.

Y cuando hablamos de soluciones, nos referimos incluso a las soluciones para la calvicie hereditaria, esa que hasta hace poco no tenía solución. Actualmente, es posible realizar injertos de cabello a muy buen precio y con una calidad tan alta que resulta prácticamente imposible diferenciar el cabello injertado del que ya estaba en la cabeza de manera natural. Esto es así, porque el cabello que se injerta es de la misma persona, recogiéndolo de las áreas en las que el pelo es más fuerte, como la nuca.

Los tratamientos para combatir otros tipos de alopecia son también muy efectivos, pero necesitan de mucha constancia por parte de la persona afectada, ya que no son inmediatos, sino que pueden pasar meses hasta que se ven los efectos reales del mismo. Esto puede hacer que la persona pierda la esperanza y acabe abandonando las pautas indicadas por el dermatólogo, lo que hará fracasar el proceso.