Es normal que nos caiga el cabello ya que este está sometido a un constante proceso de renovación. El pelo tiene un ciclo de vida, nace, crece y acaba cayendo para dar lugar a un nuevo cabello. Tanto es así que lo normal es perder unos cien cabellos todos los días, solo que no somos conscientes de que esto es así. 

Cuando se produce una caída irregular del cabello puede notarse al cepillarse o en la ducha. Incluso por la cantidad de cabello que dejamos en la almohada o que encontramos al barrer por el suelo de la casa. Esto es más fácil de ver en el pelo largo que en el corto, pero también podemos apreciarlo si nos fijamos. A veces, no nos damos cuenta hasta que se hace evidente que el cabello está más ralo y se aprecia el cuero cabelludo. 

Notar que se nos cae el pelo es relativamente fácil, pero no lo es tanto el saber por qué sucede. Debemos de acudir a un dermatologo especialista tratamientos alopecia en Vigo para averiguarlo. En algunos casos, vamos a ir casi con la respuesta en la mano, ya que nuestro padre y nuestro abuelo eran calvos desde jóvenes. Pero, aunque pueda ayudar a enfocar el problema, seguirá siendo necesario conocer qué es lo que pasa. 

El dermatólogo comenzará realizando un análisis del cabello y otras pruebas encaminadas a saber si es un exceso de testosterona o hay otro problema detrás de la caída del pelo. Hombres sin antecedentes a los que les cae el cabello descubren que tras esa anormal caída está el estrés, un medicamento que están tomando o incluso algún hábito perjudicial para el cabello.

Sea cual sea la causa, una vez identificada el segundo punto es el tratamiento. En algunos casos, el tratamiento estará encaminado a solucionar el problema al cien por cien, por ejemplo con un cambio en el tipo de medicación o un tratamiento para el estrés acompañados de algún producto para fortalecer el pelo, como un complejo vitamínico específico.

En otros casos, se tratará de frenar la caída en lo posible para poder retrasar el tener que recurrir a métodos como los injertos capilares, la única solución posible cuando existe una alopecia definitiva. Por suerte, estos injertos son ahora mucho más fáciles de realizar, más económicos y ofrecen resultados mucho más naturales de los que ofrecían hace unos años.