La vestimenta especial de los niños es siempre motivo de opiniones encontradas entre padres. Mientras que muchos creen que desde pequeños, los niños tienen que acostumbrarse a protocolos y normas a la hora de vestirse, otros piensan que ya tendrán tiempo de adultos y que la vestimenta infantil no tiene por qué seguir normas. Lo cierto es que hay ocasiones en las que todos nos vestimos de una forma especial y es bueno que los niños entiendan que no en todas partes ni para todas las cosas nos vestimos igual. Entre la etiqueta más formal y la falta total de normas en la ropa, hay muchos estados intermedios. Estas son algunas de las ocasiones en las que puedes comenzar a vestir a tus hijos de forma especial.

  1. Su primera comunión. Los trajes comunión para niños están pensados para que el pequeño se sienta cómodo pero a la vez también especial. Las modas cambian cada año y a los trajes más tradicionales, como los de marinero o almirante se le unen otras opciones que son más actuales, pero sin dejar de tener el toque especial que debe de tener la ropa de ceremonias en un día tan especial.
  2. Una boda. Si decides acudir a una boda con tus hijos, estos deben de vestirse para la ocasión. Es una forma de respeto hacia los novios y también una excelente ocasión para que los niños comiencen a entender las etiquetas al vestirse. El niño no tiene por qué ponerse un traje chaqueta completo, pero puede llevar unos pantalones de pinzas cómodos y una americana, con una camisa y una pajarita, que le dará un toque divertido e infantil. Porque aunque queramos verlos elegantes, siguen siendo niños y es bueno que restar formalidad.
  3. Navidad. Una forma de comenzar a practicar la etiqueta es hacerlo en casa. Un día tan especial como Navidad, todos pueden sentarse a la mesa bien vestidos y arreglados, con ropa especial, que no tiene por qué ser incómoda. En muchos hogares se hace como algo habitual y desde los más pequeños de la casa hasta los mayores estrenan ropa especial para la cena de Nochebuena o la comida de Navidad.

La ropa para los niños puede ser formal, pero a la vez cómoda. Es importante dejarles que se muevan con libertad con ella y no reñirles si se manchan, para que se sientan totalmente a gusto y no encorsetados con las prendas.