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Salpicón de marisco casero y fácil de hacer

El salpicón de marisco es uno de los platos estrella en cualquier comida de verano. Muchas personas no lo hacen jamás en casa porque creen que es un plato caro o que necesita de mucha elaboración. Pero nada más lejos de la realidad.

Para empezar, no existe una receta del salpicón de marisco auténtico. Este plato se elabora con mariscos diferentes y cada persona puede elegir aquellos que más le gusten. No tiene por qué llevar nada en concreto o prescindir de un marisco que nos encante. Incluso se le puede añadir pescado. Nació como un plato de aprovechamiento, es decir, para dar salida a sobras de otras comidas y ese es su espíritu. Por eso, en muchas casas, tras una cena con mariscos, le sigue siempre una comida con salpicón.

Esta es nuestra propuesta de un salpicón muy sencillo y sabroso. Y no necesitarás sobras, porque podrás comprar todo lo que precisas a buen precio. Necesitas, en primer lugar, gamba pelada congelada y langostinos. Puedes conseguir ambas cosas crudas o cocidas. Si las compras cocidas te ahorrarás trabajo y tendrás el mismo resultado, así que esa es nuestra propuesta.

Pica cebollino, media cebolla o una cebolleta no demasiado ácida, la pela de una lima y un huevo cocido. Mezcla todo esto con las gambas y los langostinos y gambas que pueden ser enteros si son pequeños o cortados en trozos si son grandes. Adereza con una vinagreta suave y estará listo para servir. 

Otra alternativa para este plato es utilizar también las sobras de algún pescado que se haya hecho para una comida. Los pescados blancos combinan, en general, muy bien con el salpicón, especialmente la merluza. Pero también el rape o incluso el bacalao fresco. Los mejillones naturales son también una buena alternativa para un salpicón, por su sabor intenso y su precio muy económico. 

Con un salpicón, sea como sea, siempre vas a quedar muy bien con tus invitados, es un plato que gusta prácticamente a todo el mundo y que puedes dejar preparado desde el día anterior, sin aderezar, por lo que te vas a ahorrar mucho trabajo en el día de la comida. Es un excelente primer plato y combina tanto con un plato fuerte de carne como con uno de pescado. Y, como has visto, no hace falta ser un genio de la cocina para que salga bien.

4 masas que puedes comprar congeladas para tus platos estrella

Contar con variedad en la carta sin tener que trabajar de más es sencillo cuando cuentas con un buen Proveedor de masas congeladas para hosteleria que te ofrezca una cuidada selección de productos. Estas son las cuatro masas que te pueden catapultar al éxito.

Masa de empanada. Las empanadas son todo un éxito en la hostelería pero amasarlas no es tarea sencilla. Si compras la masa congelada, solo tendrás que rellenarla con tu mezcla personal y única y tendrás una deliciosa empanada recién horneada en muy poco tiempo. Tus empanadas serán todo un éxito en picoteos, como primer plato y también como tapa de la casa para tus clientes.

– Masa de pizza. Una famosa casa de pizzas dice que el secreto de su éxito está en la masa. Y también puede ser el secreto del éxito de tus preparaciones. Con la base previamente hecha, solo tendrás que poner sobre la pizza los ingredientes que tus clientes previamente escojan. Esto te permitirá hacer pizzas totalmente personalizadas, como las de algunas franquicias, pero con la calidad de los productos frescos que te gusta servir. Así, tus clientes podrán compartir una pizza en la comida, la merienda o la cena y disfrutar de su buen sabor y tú no tendrás que amasar y tendrás siempre una dispuesta para ofrecerles.

– Masa de hojaldre. El hojaldre se utiliza para muchas tartas, pero es una masa complicada de realizar. Puedes comprarla congelada y sacarla cuando quieras preparar, por ejemplo, una tarta de manzana o unas deliciosas milhojas rellenas con crema, con nata o con merengue. Preparar el relleno será lo único que te dé un poco de trabajo, pero hará que queden totalmente personales y que sean un plato que puedes presentar como casero. Tus clientes adorarán tus dulces y solo tú sabrás el secreto que se esconde en la masa de calidad, pero congelada, con la que has trabajado.

– Masa de croissant. Este tipo de dulces tienen mucho éxito en las cafeterías. Se pueden servir los de gran tamaño para desayunos y meriendas acompañados de mermelada o de jamón y queso. Pero también los de pequeño tamaño como acompañamiento de cortesía con el café. Si se compra la masa congelada en planchas, se puede cortar del tamaño que se quiera para que siempre se tengan los croissants que se necesitan para diferentes usos.

Churrasco, plato estrella del verano

El churrasco es uno de los platos estrella del verano. Un buen fuego en el que se asan costillas de cerdo hasta quedar bien tostaditas es, para muchos, un manjar que sabe a vacaciones y relax. Pero no todo el mundo dispone de un jardín para asar churrasco y cada vez son menos los espacios públicos en los que está permitido hacer fuego para poder cocinarlo al aire libre.

Quedan, pues, los chiringuitos y los locales de hostelería que cuentan con barbacoas y parrillas de gran tamaño para cocinar la carne en las brasas, a la manera más tradicional. Y la demanda de churrasco en verano es tan alta que a veces resulta complicado incluso encontrarlo en el mercado.

Contar con un distribuidor de cerdo congelado que ofrezca la costilla para churrasco a muy buen precio ofrece muchas ventajas para quienes llevan un negocio de este tipo. Para empezar, podrán tener siempre material disponible para sus clientes. Pero, además, no tendrán que comprar grandes cantidades sin saber si se van a vender o no, porque si en las comidas se vende más de lo esperado se puede retirar del congelador más material para la noche.

Esto permite poder reservar mesas para las cenas sin miedo a que se acabe el churrasco al mediodía y no haya para ofrecer a todos los clientes. Siempre estará disponible la carne y siempre será de la misma calidad.

Esta estabilidad en la calidad es muy importante, porque si se compra en el mercado, la carne puede variar en función de quién la proporcione. Si falla el habitual, se tendrá que comprar en otro lado y el producto puede verse comprometido. Esto se nota mucho en la carne pero también en otros productos que también se ofrecen congelados, como los chorizos.

Y si la calidad de comprometer, el precio también. Y podemos ver como en verano el precio de estos cortes de carne puede aumentar, sobre todo en fines de semana y en momentos de máximo movimiento de gente. Una carne que en general es muy económica puede llegar a costar bastante más cuando llega el buen tiempo y todo el mundo acude a comprarla para sus barbacoas.

Al comprar la carne congelada tendremos la garantía de que siempre va a ser carne de la misma calidad y que el precio será estable, por lo que se puede ofrecer un precio competitivo a los clientes.

Platos rápidos y siempre disponibles para tus clientes

Cuando tienes un establecimiento de hostelería en el que se dan comidas y picoteos es importante tener una carta de platos rápidos disponibles a cualquier hora. Así, las personas que no llegan a tiempo para el servicio de comidas o que quieren una merienda rápida, podrán disfrutarla sin problemas sea la hora que sea.

Este tipo de platos son perfectos para servir durante la noche en locales de hostelería con un amplio horario. Esto es especialmente interesante en fines de semana y días en los que suele haber mucha gente que sale por la noche, ya que muchos desearán comer algo antes de volver a casa tras haber consumido algunas copas.

Algunos locales de hostelería tienen permiso para abrir toda la noche y otros abren muy temprano para servir este tipo de comidas los viernes, sábados y domingos. De una manera económica y efectiva se ofrece un servicio de comida rápida que es la más demandada y se cubren horarios en los que hay muy poca competencia.

Para conseguir este tipo de carta es importante contar con precocinados carnicos congelados para hosteleria. De esta manera podrás contar con hamburguesas listas para poner en la plancha, salchichas o incluso filetes rusos panados para realizar bocadillos rápidos. Pero no son la única opción que podrás ofrecer.

Los nuggets están de moda y gustan a todo el mundo. Los san jacobos también tienen mucho éxito y se preparan de una manera rápida. Cualquiera de estos platos puede servirse acompañados de patatas congeladas y todas estas cosas van directas a una freidora sin necesidad de descongelar previamente. Si a estos precocinados cárnicos les añades otros productos congelados como pizzas variadas, la carta va a ganar en riqueza y tendrás todo lo que el público juvenil busca.

Personalizar este tipo de platos es fácil, solo tienes que crear tus propias salsas para acompañar y servir una variedad de estas junto con estos productos. De esta forma, estarás dando algo diferente que el resto de establecimientos. Presenta la paleta de salsas de una manera atractiva y combina las propias con otras clásicas como el alioli, la mayonesa o el ketchup.

Si además le das a las diferentes opciones nombres divertidos y que sean fáciles de recordar, seguro que el éxito no tardará en llegar y el local se convertirá en un lugar de visita obligada para meriendas con amigos y para picoteos en días de fiesta.

Una garantía para nuestros clientes 

Si algo hemos aprendido de esta época que nos ha tocado vivir es que hay que estar preparados para cualquier cosa y que somos capaces de superar cualquier reto. Para un sector como la hostelería ha sido una etapa muy complicada en la que se las han tenido que ingeniar de formas muy diversas para mantenerse a flote. Nosotros, como empresa vinculada a la distribución de alimentos para hostelería hemos ayudado dentro de nuestras posibilidades porque, al fin y al cabo, la salud de nuestros clientes es también la nuestra.

Y hemos contribuido como lo hemos hecho siempre ofreciendo una garantía sólida a nuestros clientes basada en nuestra gran experiencia. En este sentido, uno de los aspectos que más cuidamos es nuestro catálogo, que sea lo más amplio posible sin comprometer la calidad. Nosotros somos Proveedor de San Jacobos congelados para hosteleria entre otros muchos productos: carnes, pescados, verduras. Porque sabemos que los negocios necesitan tener a su disposición diversos alimentos de calidad, pero también excelentemente conservados.

Y es ahí donde entramos nosotros y nuestro proceso de conservación, transporte y distribución de alimentos. La congelación de productos alimenticios ha sido uno de los grandes avances de la humanidad en este ámbito: ha permitido conservar alimentos durante mucho a tiempo a la máxima calidad para sortear épocas de escasez. Pero el proceso de mantenimiento en frío de los alimentos debe ser muy cuidadoso para mantener las cualidades organolépticas de los mismos. 

Esa es nuestra garantía: que los alimentos que servimos a nuestros clientes han respetado escrupulosamente los más altos estándares de calidad para que los alimentos lleguen al cliente en estado óptimo. Así, por ejemplo, como Proveedor de San Jacobos congelados para hostelería nosotros garantizamos que ese alimento va a llegar al cliente en perfecto estado. Y es que estamos hablando de un sector que no admite fallos.

Así mismo, también es decisiva en nuestro negocio la flexibilidad, sobre todo en los tiempos que corren en los que nunca se sabe lo que va a pasar mañana. Gracias a la confianza de nuestros clientes, nos podemos adaptar a múltiples escenarios siempre con la eficacia por bandera.

Volver a correr 

Se acerca un invierno complicado, posiblemente el más complicado de las últimas décadas. Con todo cerrado o en vías de ser clausurado y solo permitiéndose actividades esenciales, muchas personas nos dedicamos únicamente a trabajar, ir a la compra y a estar en casa esperando notificaciones y restricciones. No solo es deprimente, sino que es terriblemente aburrido. Pero hay que adaptarse, una de las grandes capacidades del ser humano: y es que si no somos capaces de adaptarnos a una situación así estamos perdidos. 

En mi caso, empecé a valorar qué me gustaba hacer y dentro de lo que me gustaba que está permitido. Y decidí que tal vez era el momento de volver a correr y, de paso, ponerme en forma. Tuve que estar un buen rato buscando las zapatillas de correr porque las tenía perdidas en el fondo de un armario. Y seleccioné ropa para correr entre las prendas deportivas que todavía tenía por ahí. Me dije que era una de las pocas maneras que nos quedaban para respirar aire fresco y que además serviría para ver cómo me encontraba físicamente.

Porque también decidí volver a ponerme en plan estricto con la comida. Si vamos a pasar más tiempos medio encerrados lo mejor que puedo hacer es tener todavía más controlados los vicios. Si no se corre el riesgo de descontrolarse teniendo en cuenta que no hay mucho que se pueda hacer. Recuperé una tabla de información nutricional que incluía datos como los nutrientes del pollo y de otros alimentos de forma que puedo llevar un registro de lo que como y no pasarme de determinado umbral.

Y no es que me sienta mal físicamente ni tenga una necesidad perentoria de perder peso. Al final, cuidar la parte física va a ser una forma de entretenimiento como cualquier otra, pero en este caso saludable. Al final, la tabla de nutrientes del pollo y del resto de alimentos y salir a correr dos o tres veces por semana es una manera de no tener que pensar en el asunto que nos tiene a todos ‘demasiado entretenidos’ desde hace meses.

Llena la cámara de tu restaurante de cara a las fiestas navideñas

En muchos hogares es tradición que a partir de septiembre o de octubre comiencen a hacerse las compras para Navidad. Cada mes se compra algo, un mes la cena de Nochebuena, el siguiente la comida de Navidad… o, simplemente, se compra todo el pescado junto un mes, la carne otro y el marisco otro. 

Cualquier ama de casa sabe que de esta manera se consigue un importante ahorro porque el marisco, por ejemplo, comienza a encarecerse a partir de noviembre y en diciembre puede llegar a alcanzar precios astronómicos. 

En el sector de la hostelería ocurre otro tanto. Ahora no hay tanta demanda de productos como la cigala congelada para hosteleria o el langostino, pero en breve van a empezar a llenar sus cámaras congeladoras todos los negocios en previsión de que en diciembre tengan todas las fechas copadas con las famosas cenas de empresa y celebraciones de amigos previas a la Navidad.

Cada año se adelantan más estas celebraciones y si antes era lo habitual que comenzaran a pedir cita para después del puente de la constitución, ahora ya se pide a primeros de mes e incluso hay quienes adelantan la celebración a finales de enero, un mes antes de que se celebre la Navidad.

Este año se prevé que estos adelantos sean más comunes al tener los espacios más acotados en los restaurantes, por lo que tener todo listo a tiempo facilitará el poder atender a estos clientes que prefieren llevar a cabo sus comidas con mucha antelación para evitar no disponer de sitio en el mes de diciembre.

Otra ventaja de tener comprado ya el marisco e incluso la carne es que ya se sabe cuanto nos va a costar el menú y, por tanto, el precio que vamos a tener que ponerle para obtener la rentabilidad esperada. Por tanto, pueden comenzar a realizarse los menús de Navidad y de Fin de Año con precios cerrados y enviarlos a empresas o hacer campañas en Internet.

Esto permite adelantarse a la competencia y realizar todas las reservas con tiempo, pudiendo organizarse mucho mejor en cuanto a las necesidades de personal y a los horarios. Se trata de poder atender a cuantos más grupos mejor dentro de las directrices que haya que seguir para que todo el mundo pueda disfrutar de sus celebraciones de una forma totalmente segura.

¿Cuál es la mejor hora del día para comer huevos?

La composicion nutricional del huevo hace de este alimento uno de los más completos. Con alto contenido en proteínas, grasas saludables y pocas calorías, es perfecto para personas que quieren adelgazar y para quienes desean cuidarse. Solo tienen que evitar los huevos aquellos a los que el médico se lo haya recomendado específicamente. En el resto de los casos, se pueden consumir una docena a la semana sin problema.

Pero ¿hay una hora mejor para tomar huevos? En España lo normal es consumirlos a la comida o a la cena. Y, normalmente, cocinados de una forma que no es la mejor para este alimento, ya que nos encantan fritos o en tortilla con patatas. En ambos casos son muy sabrosos, pero entra en juego el aceite y la freidura, que multiplica el número de calorías y también de grasas que se consumen.

Cocidos, al vapor, a la plancha o en revuelto con muy poco aceite, son las formas de consumir huevos más saludables. Y, el desayuno, uno de los mejores momentos para hacerlo. Y vamos a explicar por qué.

Los alimentos con grasa, entendiendo siempre grasas saludables ya que el resto no son recomendables nunca, se deben de tomar temprano, ya que así tenemos todo el día para quemar esa energía que proporciona. Tomarlos por la noche, cuando vamos a acostarnos, puede favorecer que esa energía no consumida acabe convirtiéndose en grasa acumulada.

Su alto contenido en proteínas hace que sean un alimento muy saciante. Por eso, podemos aguantar una larga jornada de trabajo contando con la energía que ofrecen y también con la saciedad que nos dan. Se evita así el tener ganas de picotear algo a las pocas horas. Como además el huevo no es dulce y su preparación es generalmente salada, no nos dará pie a los antojos de dulce cuando baje el pico.

Por último, se pueden cocinar de muchas maneras diferentes: revueltos con algo de verdura o con jamón dulce, a la plancha sobre una tostada de pan integral, cocidos o al vapor. No se recomienda consumirlos crudos porque el cuerpo no asimila las proteínas de la misma manera y su digestión es más difícil y, además, se corre el riesgo de contagiarse de salmonella u otras enfermedades por las posibilidades de transferencia de bacterias de la cáscara al huevo, lo que no ocurre al cocinarlos ya que las bacterias mueren.

DICEN QUE LA LECHE RECIÉN ORDEÑADA ES MEJOR

Acabo de enterarme muy recientemente de que los americanos cuando van a comprar leche a los supermercados siempre la cogen de las cámaras frigoríficas y eso tiene una explicación, en los estados unidos no se pasteuriza la leche para su venta. Por lo que he sabido creen que la leche fresca es mejor que la leche pasteurizada. Personalmente creo que están equivocados y que la leche pasteurizada es más segura a la hora de consumirla. No se si en los estados unidos tienen las mismas medidas sanitarias cuando a los alimentos se refiere pero viendo esto de la leche me parece que en europa nos molestamos más en que los productos que consumimos pasen por mayores medidas de seguridad, para de este modo no nos pongamos malos por haber consumido algo en mal estado. Y por desgracia como hemos podido ver este año en nuestro país con lo de la carne mechada, por muchas medidas de seguridad que tengan las autoridades sanitarias siempre hay el riesgo de que se les pase algún producto que no esté en las mejores condiciones para su consumo.

 

Para mí la leche fresca es la que se toma en los pueblos justo después de haber ordeñado a una vaca, yo nunca la he probado pero por lo que me ha contado gente que sí la ha probado dicen que está mejor que la comprada en el supermercado y que si la tomas justo después de haber ordeñado a la vaca, la leche todavía está caliente. Casualmente en un programa de la televisión que veo con frecuencia, una pareja del programa viajaba a Suiza a visitar la tierra donde se había criado el padre de él y en ese viaje en la antigua granja familiar les dieron a probar la leche de las vacas recién ordeñadas y eso para ellos fue casi lo mejor del viaje ya que extrañaban a los animales de su propia granja.

 

A ver si algún día tengo la fortuna de ir a alguno de los pueblos mis amigos y poder probar la leche fresca recién ordeñada para saber si está tan buena como dicen, porque en mi pueblo hace ya mucho tiempo que no hay ninguna vaca que poder ordeñar.

Ser vegano 

Volvía en tren a casa en un viaje bastante largo y aburrido. Tras escuchar música y mirar el móvil me quedé mirando la pantalla del tren: era un documental sobre alimentación y deporte. No me interesa mucho ni lo uno ni lo otro, pero la alternativa era dormir y soy incapaz de dormir, si no es en una cama. Así que seguí viendo el documental y leyendo sus subtítulos (te cobran 90 euros por un viaje de ida y vuelta que discurre la mitad del trayecto a contramarcha y todavía no han sido capaces de instalar pantallas en el asiento como los autobuses o los aviones). 

El caso es que el tipo del documental se iba a Jamaica para tratar de descubrir el secreto del éxito de los velocistas de ese país que, desde hace años, son los mejores del mundo, liderados por el mítico Usain Bolt. El presentador empezaba hablando con un atleta amateur que decía ser vegano y que esa era una de las razones de su mejor rendimiento. Criticaba las carnes grasas y se declaraba animalista. Poco después, hacían una carrera solidaria de 10 kilómetros y el jamaicano “aplastaba” al presentador español.

Y entonces me puse a pensar en la posibilidad de adherirme al veganismo. No tengo nada mejor que hacer en los próximos meses y, la verdad, estoy bastante cansado de mi alimentación y me siento cansado… en general. La mayoría de los veganos defienden su opción alimenticia con tanto ardor y decisión que contagia: es como si el resto de los mortales que aún comemos carnes grasas nos estuviésemos perdiendo lo mejor de la vida. 

El corredor jamaicano que se ganaba la vida como una especie de gurú de estilo de vida se le iluminaba la cara cuando hablaba de su veganismo. La verdad es que no sabías cuánto de humo había sus palabras, como buen gurú, pero también, como buen gurú, te iba camelando poco a poco hasta sentir que debes intentar seguir sus consejos.

Y después de dos horas y media a contramarcha en el tren salí de allí decidido a ser vegano… hasta que en la tasca de la esquina donde la estación me pusieron unos torreznos con la caña. Se los dediqué al gurú jamaicano.

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