La escalada y el alpinismo con dos deportes que tienen cada vez más adeptos. Con el auge de los rocódromos urbanos a muchas personas les pica el gusanillo de proba qué es lo que se siente acudiendo a escalar en la naturaleza. Y es que los rocódromos están muy bien como toma de contacto o como forma de entrenamiento, pero como el placer de practicar este deporte en la naturaleza, no hay nada.

Dentro de la escalada un elemento muy importante es el anclaje y por eso vamos a intentar conocer algo más. Los Anclajes son, en el sentido más amplio de la palabra, todos los elementos que no pertenecen a la roca pero nos ayudan a anclarnos en ella de una manera segura. Estos puntos de anclaje son los que garantizan que, en caso de producirse una caída, esta no va a superar nunca una distancia determinada.

Los anclajes se colocan cada x metros, normalmente entre cuatro y seis aunque depende del terreno, de la pericia del escalador y también de las circunstancias que puedan rodear a la escalada. En este punto se produce un seguro de modo que si cuando se está ascendiendo se produce un accidente y alguien se cae, lo máximo que va a caer son los metros que hay entre el punto en el que aparece el problema y el último anclaje.

Los primeros escaladores tenían que improvisar estos anclajes porque no existía nada que se pudiera considerar hecho para este fin. Así que utilizaban tornillos de gran tamaño o chapas para crearlos. Pero con el paso del tiempo se han ido profesionalizando, más cuando han visto que hay un buen mercado para este tipo de cosas. Y ahora es posible encontrar en cualquier tienda especializada anclajes muy diferentes según el terreno para el que se vayan a usar o el tipo de escalada que se practique.

Cuando se planifica la salida hay que tener claro qué tipo de anclajes van a hacer falta y también el número de ellos que se necesitan para incluirlos en el material a llevar en el equipo para comenzar a escalar. Es importante conocer bien los diferentes tipos de anclajes, sus usos y también los terrenos que se van a escalar. De una buena elección va a depender en gran parte la seguridad tanto nuestra como de las personas que nos acompañan en la escalada.