Categoría: Comuniones

6 consejos para comprar zapatos de comunión de niña

Los zapatos de comunión para niñas forman parte del conjunto para un día muy especial. Por eso hay que elegirlos con cuidado para que no solo sean bonitos, sino que también resulten cómodos y cumplan con otros requisitos.

  1. Elige zapatos cómodos y que se adapten al pie de la niña. Evita materiales como el charol, que pueden ser muy bonitos pero que a menudo causan roces. Mejor una piel suave que respete el pie y la forma de moverse de la pequeña. La piel flexible siempre es la mejor opción para vestir los pies de cualquier persona, más cuando son pies en desarrollo.
  2. La plantilla también es importante, sobre todo para un día en el que la niña va a estar de pie durante muchas horas. Una buena plantilla hará que el pie no sufra deformaciones, pero también repercutirá en una buena salud de las rodillas y la espalda en un periodo tan importante de la vida como es el del crecimiento.
  3. Nada de tacones. Es una moda que todavía no tienen demasiados adeptos, pero sí, ya se ven niñas de comunión con zapatos con un ligero tacón. Los tacones no son lo más saludable para ningún pie, pero mucho menos para el infantil. Tal vez sea buena idea dejar que los niños sean niños y se vistan como tales, porque ya tendrán tiempo a llevar tacones cuando crezcan si así lo desean. No hay que olvidar que se trata de un acto religioso, no de una puesta de largo.
  4. Un zapato que pueda teñirse. Los zapatos de comunión suelen ser blancos y es un color que se pone realmente poco, sobre todo porque los niños no lo van a mantener en ese tono mucho tiempo. Unos zapatos que puedan teñirse garantiza que se van a utilizar durante toda la temporada una vez que ha pasado el importante día.
  5. Un zapato que guste a la niña. A menudo nos olvidamos de esto y también es importante. Hay que dejar que la pequeña, que ya está en una edad de poder opinar, escoja también y, entre zapatos que cumplan las condiciones, escoja los que le gusten.
  6. El presupuesto. Es importante tener un presupuesto con el que nos sintamos cómodos. Aunque se trata de un día especial, no es cuestión de tirar la casa por la ventana ya que no es necesario para que la niña esté estupenda.

3 ocasiones para vestir a tu hijo de manera muy especial

La vestimenta especial de los niños es siempre motivo de opiniones encontradas entre padres. Mientras que muchos creen que desde pequeños, los niños tienen que acostumbrarse a protocolos y normas a la hora de vestirse, otros piensan que ya tendrán tiempo de adultos y que la vestimenta infantil no tiene por qué seguir normas. Lo cierto es que hay ocasiones en las que todos nos vestimos de una forma especial y es bueno que los niños entiendan que no en todas partes ni para todas las cosas nos vestimos igual. Entre la etiqueta más formal y la falta total de normas en la ropa, hay muchos estados intermedios. Estas son algunas de las ocasiones en las que puedes comenzar a vestir a tus hijos de forma especial.

  1. Su primera comunión. Los trajes comunión para niños están pensados para que el pequeño se sienta cómodo pero a la vez también especial. Las modas cambian cada año y a los trajes más tradicionales, como los de marinero o almirante se le unen otras opciones que son más actuales, pero sin dejar de tener el toque especial que debe de tener la ropa de ceremonias en un día tan especial.
  2. Una boda. Si decides acudir a una boda con tus hijos, estos deben de vestirse para la ocasión. Es una forma de respeto hacia los novios y también una excelente ocasión para que los niños comiencen a entender las etiquetas al vestirse. El niño no tiene por qué ponerse un traje chaqueta completo, pero puede llevar unos pantalones de pinzas cómodos y una americana, con una camisa y una pajarita, que le dará un toque divertido e infantil. Porque aunque queramos verlos elegantes, siguen siendo niños y es bueno que restar formalidad.
  3. Navidad. Una forma de comenzar a practicar la etiqueta es hacerlo en casa. Un día tan especial como Navidad, todos pueden sentarse a la mesa bien vestidos y arreglados, con ropa especial, que no tiene por qué ser incómoda. En muchos hogares se hace como algo habitual y desde los más pequeños de la casa hasta los mayores estrenan ropa especial para la cena de Nochebuena o la comida de Navidad.

La ropa para los niños puede ser formal, pero a la vez cómoda. Es importante dejarles que se muevan con libertad con ella y no reñirles si se manchan, para que se sientan totalmente a gusto y no encorsetados con las prendas.

¿Qué cosas suben el precio de una comunión?

Hay familias que tiemblan solo de pensar en que a sus hijos les toca hacer la primera comunión. Y es que estamos hablando de un gran desembolso económico que puede ser excesivo para algunas economías. Como no se trata de quitarle la ilusión a los niños sobre la celebración, podemos pensar en qué cosas suben el precio de la celebración pero son totalmente prescindibles.

Para empezar, la ropa de la primera comunión. Es natural comprar un traje adecuado al niño o niña, pero, ¿es necesario dejarse un dineral en complementos de comunión para niñas o niños tales como diademas, cadenas o rosarios de joyería? No, sin duda son cosas que no son necesarias y que pueden cambiarse por otros accesorios más económicos que rebajen mucho el precio del atuendo. Tanto es así, que en algunos casos se gasta tanto en complementos como en el mismo vestido, cuando no debería de ser necesario que fuera así.

Flores y fotógrafos suponen también un gasto importante en un día tan señalado. Si la comunión se va a celebrar junto a otros niños, lo habitual es que las flores se paguen a medias entre todos. En el caso de que la comunión sea exclusivamente de nuestro hijo o hija, se puede decorar la iglesia de una forma mucho más sencilla tratando de recortar al máximo el gasto en este concepto. En cuanto al fotógrafo, una buena opción es llevar al niño o niña un día cualquiera a una sesión en estudio y que ese día, las fotos las hagan los familiares. De esta manera, el niño tendrá algunas fotos bonitas con su ropa de comunión junto a sus padres y abuelos, pero sin que eso suponga un enorme desembolso.

Algo que aumenta mucho el precio de la celebración es el menú del restaurante y el número de comensales. Aquí caben dos opciones, una es la de recortar al máximo el número de invitados, convirtiéndolo en lo que debería de ser una comunión, una fiesta para niños. Se invitarían pues, solo a los familiares más íntimos y a algunos amigos del niño. Otra opción, cuando es muy complicado recortar la lista de invitados, es hacer una merienda o picoteo, pero sin una celebración excesivamente formal. Se puede avisar de esto en las invitaciones, para que la gente lo tenga en cuenta y sepa exactamente qué esperar de la celebración.

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