Categoría: Hogar

¿Qué debes de tener en cuenta al comprar sillones?

Si estás buscando sillones baratos debes de evitar que se cumpla ese tópico de que lo barato siempre resulta caro. Es totalmente factible comprar a buen precio y conseguir calidad, pero hay que saber en qué se puede ceder y qué es importante para que el sofá sea de la mejor calidad.

Uno de los aspectos más importantes en un sofá es que sea resistente y para eso debe de tener un buen armazón, preferiblemente de madera maciza o de metal. Es fácil saber si el armazón del sillón es de calidad, solo hay que agacharse y tratar de levantarlo por un lado. Si lo levantas fácilmente y el sofá es ligero, es que no tiene un buen armazón y no está pensado para durar.

Otro aspecto muy importante en el sofá es el que tiene que ver con el relleno. Una espuma muy fina y de mala calidad se deformará con gran rapidez. Esto hará que pronto sea incómodo estar sentado en el sillón porque o bien el cuerpo estará hundido o bien se notará una base muy dura.

Una espuma gruesa siempre es preferible y, cuanto más pese, de nuevo querrá decir que tiene más calidad. Un buen armazón y una buena espuma garantizan la durabilidad del sofá. Pero ahora vamos a ver en qué puedes ahorrar si quieres un sillón a muy buen precio.

Una de las primeras cosas en las que puedes ahorrar es en el tapizado. No tienes por qué elegirlo de mala calidad, pero quizás si uno que no esté de moda. Tanto si regateas en la calidad como en el diseño tienes que pensar que tendrás que gastar a parte en una buena funda, pero esto suele compensar.

Esto es así en todos los casos, porque las fundas son siempre buena opción para los sofás, pero si hay niños una funda lavable es imprescindible. Por eso, fíjate en la calidad y menos en la apariencia, porque esta la vas a cambiar siempre al cubrir el sillón.

Otra manera de abaratar el coste del sillón es evitando pagar la entrega en casa. Un sofá de muchas plazas puede ser muy complicado de subir, sobre todo si no hay ascensor o no cabe en el mismo, pero un sillón individual, aunque sea pesado, se sube entre dos personas con facilidad y puedes ahorrarte una media de entre treinta y cincuenta euros.

Dos camas en una

Contar con una cama extra en la habitación de tu hijo es casi imprescindible. Los niños, llegando a cierta edad, disfrutan invitando a sus amigos a casa y yendo a dormir a su vez a las casas de otros niños y hay que tener un lugar en el que poder alojarlos.

Si tu hijo tiene una habitación con cama nido seguramente sea la mejor solución, ya que permiten contar con dos camas sin ocupar espacio. Cuando es necesario, se saca la cama de la parte inferior y se utiliza y, cuando no, se guarda.

Pero las habitaciones nido tienen también muchas limitaciones estéticas que no convencen a todos los padres ni para todo tipo de habitaciones. Quizás eres de los que prefieren una habitación más tradicional, con cama con cabecero y mesillas y un armario de gran tamaño en lugar de los armarios más pequeños de los mueble nido.

En estos, casos, existen varias situaciones para contar con una cama extra que no ocupe espacio cuando no se usa:

– Contar con un somier con patas plegables. Es lo más parecido al concepto de cama nido. Se trata de un somier que, cuando no se usa, se doblan las patas y se introduce debajo de la cama principal. Es conveniente que sea un poco más estrecho para que quede totalmente cubierto. Por ejemplo, si la cama principal es de noventa el somier puede ser de ochenta para que no se vea o no moleste si la cama tiene adornos laterales.

-Un mini sofá cama. Es una solución moderna y muy divertida. Se trata de colchones de espuma de cierto grosor que se pliegan sobre sí mismos y forman un pequeño sofá de una plaza, tamaño niño. No ocupan mucho sitio y aunque el grosos de su colchón no vale para una persona adulta, soporta perfectamente el peso de un niño, especialmente si va a ser tan solo una noche. Son la opción más sencilla de usar, especialmente si se combina con un saco de dormir para invitados, ya que ni siquiera habrá que hacer la cama.

-Una cama plegable. Las camas de toda la vida que se guardan plegadas y que suelen tener una cara de madera que les da cierta apariencia de mueble si se les pone la funda adecuada. En realidad, no suelen ser una opción práctica a no ser que haya un trastero donde guardarla cuando no se usa.

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