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Si te gustan los yogures central lechera asturiana puedes disfrutarlos sin sentirte culpable ya que son productos totalmente naturales que no llevan conservantes ni colorantes artificiales. Por tanto, estarás recogiendo todos los beneficios de este alimento sin estar aportando nada negativo a tu cuerpo.

Los yogures son una buena fuente de proteínas de origen animal y también aportan al organismo bacterias responsables del crecimiento de la flora intestinal, por lo que son ideales para equilibrar la salud del intestino y, consecuentemente, la de todo el cuerpo.

Incluso los que no son desnatados no tienen porcentajes de grasa demasiado elevados, pero si quieres mantener la línea solo tienes que elegir los yogures desnatados para conseguir rebajar todavía más el aporte de grasa de tu dieta.

Además, los yogures son deliciosos y combinan con muchos otros alimentos, siendo fantásticos para sustituir a la nata con las fresas y tomar un postre rico y mucho más ligero y saludable, especialmente para quienes quieren perder algunos kilos.

El origen del yogur está en Turquía para algunos historiadores y en Bulgaria para otros, pero lo cierto es que era un alimento habitual entre los nómadas que viajaban con el ganado. Estos solían guardar la leche en sacos fabricados con piel de cabra. La leche, con el calor, fermentaba y se iba solidificando, formando cuajada o yogur. Al vaciar la piel y rellenarla, la nueva leche entraba directamente en contacto con los fermentos de la anterior y cuajaba mucho antes.

Se conseguía así un alimento ácido, pero muy completo y saludable, que era básico en la alimentación de esta gente ya que siempre tenían a mano la leche de su ganado, pero no otros tipos de proteínas. Se cree que estos yogures primitivos se elaboraban hace ya seis mil años.

Hoy, el proceso de fermentado de la leche es mucho más cuidadoso y, desde luego, está sometido a procesos para que no haya en el yogur otra bacteria que no sean las que nos benefician. Pero todo lo bueno de este producto continúa intacto y sigue ayudando a nuestro organismo tantos miles de años después.

Gracias a los frigoríficos, los yogures de hoy en día pueden aguantar hasta tres semanas sin necesidad de usarse conservantes artificiales. Este plazo de tiempo es más que suficiente y por eso Central Lechera ha optado por no añadirlos a sus productos y conseguir así que estos sean totalmente naturales.

Me parece muy curioso que cada familia es muy diferente cuando llega la hora de hacer la compra. Hay familias que prefieren hacer una compra grande para toda la semana y por lo contrario hay otras familias, las cuales prefieren hacer la compra más a diario con lo que puedan necesitar en los próximos días. Las dos formas de comprar me parecen bastante lógicas, pero creo que la más conveniente es ir comprando a los pocos, para que de ese modo no haya tentaciones en casa y comas demasiado. Porque las familias que hacen la compra para toda la se arriesgan a en los primeros días después de la compra se coman gran parte de lo que habían comprado, nunca puedes saber el apetito que vas a tener cada día. Teniendo en casa lo justo e indispensable, es una forma de controlar lo que se come, ya que al ver menos comida te entran menos ganas de comer. Lo sé por experiencia, si tienes la despensa llena estás más expuesto a caer en tentaciones que no tendrías si la despensa está semivacía.

Además, si vas por la semana a hacer la compra seguramente haya mucha menos gente que los que van el fin de semana a hacer la compra para la semana, esa gente cree que por ir un solo día va a tardar menos que yendo varios días al supermercado, pero al final se equivocan. Si van a hacer la compra para una semana entera seguro que no vas a tardar diez minutos, mínimo una hora se tienen que echar para comprar todo lo que necesitan. Pero si vas cada dos días a comprar leche desnatada y poco más tardas bastante poco en hacer las compras, en total el tiempo empleado a lo largo de toda la semana estoy seguro de que es menor del tiempo que se tarda en hacer una compra semanal en un día.

Al final cada familia va a terminar haciendo lo que quiera sin que les influya lo que les diga nadie, dependiendo del tiempo de que dispongan a lo largo de la semana, porque no todo el mundo dispone de tiempo para ir a la compra.