Hace un tiempo tuve un trabajo en una empresa que se dedicaba a hacer comida prefabricada, y ahí me encargaba de hacer los pedidos y de ayudar a descargar unos carros que mis compañeras metían en unas máquinas para que los alimentos se cocinasen. Para hacer los pedidos empezaba por montar todas las cajas que me hacían falta, por suerte la secretaria de la empresa ya me mandaba un listado detallado de todos los productos que iba a usar con su lote y el número de cajas que iba a necesitar y el tamaño de ellas. Después de haber terminado de montar todas las cajas, lo que me tocaba después era hacer todas las etiquetas que iba a necesitar para los productos y las cajas en el ordenador. Que al principio tenía un ordenador hecho polvo, pero después los jefes encargaron la fabricacion de monitores industriales robustos y el ordenador que usaba yo dió un salto de calidad increíble y me facilitó mucho la tarea de tener que hacer un montón de etiquetas en menos tiempo de lo que tardaba antes con el ordenador viejo.
Una vez que ya tenía las cajas montadas y todas las etiquetas hechas, solamente me faltaba pegar cada etiqueta en cada producto y meterlos en las cajas correspondientes. Esto me llevaba bastante tiempo, porque tenía que repetir esto unos cuantos cientos de veces y muchas veces tenía que venir una de mis compañeras de la cocina a ayudarme porque los pedidos eran bastante grandes y durante bastante tiempo estuve solo en mi puesto. Pero en algunas fechas señaladas como en navidad tenían que mandarme refuerzos, pues los pedidos en navidad eran muy superiores a los del resto del año. Y en esas épocas los jefes me mandaban a unas chicas que trabajaban para mis jefes en otro lugar, y con ellas sí que me divertía bastante pues eran chicas de más o menos mi edad y teníamos bastantes cosas en común. Ese trabajo me gustaba, pero los jefes decidieron vender la empresa y no me quedó otra que tener que buscarme otro trabajo.