Si vais a ser padres en breve seguramente estéis como locos de contentos montando la habitación del bebé, especialmente si es vuestro primer retoño y no había otra habitación infantil en la casa.
Escoger todo con mucho cariño, desde el suelo hasta los colores de la decoración para que todo esté perfecto, es lo más habitual en estos casos. Por eso os vamos a dar algunos consejos para ahorrar mucho dinero.
1) Si queréis un suelo cálido y mullido pero no tenéis claro qué podéis poner os recomendamos adquirir moqueta y ponerla en el suelo pero sin pegarla. De este modo será como colocar una gran alfombra que será perfecta para que el bebé pueda gatear llegado el momento y no tenga que limitarse a una mantita que se le coloque.
Pero al no estar pegada, cuando el niño crezca un poco más se puede retirar la moqueta, que posiblemente se dañe con manchas de vómitos o de comida, y colocar el tipo de suelo que se prefiera o dejar al descubierto el original.
2) Compra online. Los estores infantiles online, los edredones para la camita o los saquitos para la cuna pueden salir mucho más baratos si se compran a través de Internet. Además, se puede elegir entre muchísimos más modelos e incluso adquirirlos personalizados.
Al igual que vas a comprar online, también puedes vender. Según se vayan quedando atrás algunos muebles del bebé como la cuna o el cambiador, puedes ponerlos a la venta para recuperar parte del dinero y así poder comprar las nuevas cosas que el pequeño pueda ir necesitando.
3) Haz redes de intercambio de ropa con amigas y otras mamás. Esto es algo muy habitual en algunos puntos de España. Los niños en seguida crecen y usan la ropa muy poco tiempo mientras son bebés. Por eso, hay redes organizadas en las que las mamás pueden dejar la ropa que ya no usan y coger otras prendas a cambio.
También se forman estas redes entre mamás conocidas que se intercambian entre ellas las prendas y así evitan tener que comprar mucha ropa o tener que guardar grandes cantidades de prendas que quizás no vayan a necesitar nunca más.
4) No compres más de lo que necesitas. Con demasiada frecuencia, con la emoción de la llegada del bebé se acaban comprando un montón de cosas que luego no se van a usar. Vete comprando según precises y así podrás limitarte a aquello que de verdad te hace falta.